Resumen
Con el establecimiento de la población islámica en la Península Ibérica se fue introduciendo una agricultura diferente a la hasta entonces conocida, cuya principal característica es la generalización del agua para irrigar las tierras de cultivo. Una de las muchas consecuencias de la ex- tensión del regadío en el territorio andalusí fue la génesis de un nuevo ecosistema que va a diferenciarse del propio del mundo mediterráneo del que forma parte. En el ámbito de la fruticultura son variadas, y a veces llamativas (caso de los cítricos), las especies que se aclimataron en las huertas andalusíes, aunque resulta de mayor interés la diversificación y variabilidad que se aportó, junto con la mejora de especies. En este tra- bajo se analiza, a través de algunos ejemplos concretos, este fenómeno de enriquecimiento de la biodiversidad del paisaje agrícola que tuvo lugar a lo largo de los ocho siglos de existencia de al-Andalus en el territorio peninsular.