Resumen
Junto con otras tecnologías emergentes en el campo de la biotecnología y la nanotecnología, las terapias celulares y la medicina regenerativa, constituyen una de las líneas de investigación promovidas en la Argentina en los últimos años. Esa prioridad no ha sido acompañada, no obstante, por la previa definición de un programa regulatorio. Aun en ausencia de dicho programa, diferentes actores sociales (bancos privados, familias, investigadores, jueces, filósofos) incluyendo al propio Estado, avanzaron tanto en el desarrollo de prácticas con células madres (terapéuticas, experimentales, comerciales) como en la formulación de recomendaciones, opiniones y normas. El régimen para el gobierno de las prácticas con células madre de cordón se encuentra en construcción, sujeto a una ?inventiva? caracteriza por la yuxtaposición diferentes intereses, racionalidades, vocabularios, etcétera. La hipótesis que sostenemos es que la bioética, los principios y normas que, en definitiva, conduzcan las prácticas con células madre, no provienen de las deliberaciones de filósofos morales y juristas, sino que se están inventando en los usos efectivos y en aquellos imaginados por las familias, los investigadores, los inversores, etcétera. Pero esa inventiva no se desarrolla de manera pacífica sino conflictiva. A partir del análisis de un corpus de discursos producidos desde cinco posiciones de enunciación divergentes -las familias, los bio-bancos privados, los científicos argentinos, las autoridades estatales y los jueces-, en este artículo nos concentramos en la caracterizar el conflicto entre las múltiples reflexiones, vocabularios, intereses, tecnologías y bio-éticas, que se encuentran en el centro del debate respecto de los usos terapéuticos de las células madres de cordón umbilical.