Resumen
La ubicación de la sala de máquinas fue un factor relevante en las primeras presas hidroeléctricas de finales del siglo XIX y principios del XX, que originó el ensayo de distintas soluciones, algunas de ellas con resultados estéticos e implicaciones hidráulicas y estructurales de gran interés. Tal es el caso de la presa de La Jándula, inaugurada en 1930, que incorporaba la central en el seno del cuerpo de presa. El artículo indaga los posibles antecedentes nacionales e internacionales de esta solución tan singular, corroborando la hipótesis de su carácter inédito. La colaboración del arquitecto Casto Fernández- Shaw en el diseño e integración de la sala de máquinas fue decisiva, ya que logró un resultado de una calidad estética y una expresividad formal sin precedentes en una obra de ingeniería hidráulica, así como el nacimiento de un estilo que el propio Shaw definiría como ingeniería arquitectura.