Resumen
En la Cataluña de transición, entre los siglos XIX y XX, la cuestión de la identidade cobra cada vez más fuerza. Por supuesto, la arquitectura no era inmune a esa tendencia. Al mismo tiempo, cuestiones relativas a la lengua como elemento de identidad ganan relevancia tanto en Europa, con la defensa idealista de Johann Gottlieb Fichte, y en Cataluña, con la reforma lingüística de Pompeu Fabra. En este artículo se analizará la relación entre lengua y lenguaje arquitectónica en el contexto de rescate y reinterpretación de la identidad catalana. En especial, se centrará el análisis en las ideas de los arquitectos Josep Puig i Cadafalch y Bonaventura Bassegoda i Amigó en sus aspectos relativos al lenguaje del Románico y la identidad catalana.