Resumen
La evaluación energética de edificios, suele cuantificar resultados referentes a consumos, ahorros energéticos y económicos, amortizaciones, emisiones de CO2, etc.; sin embargo, existen otros factores, habitualmente no considerados, que pueden ser determinantes en la elección de soluciones para el mejor comportamiento y la eficiencia energética global de las edificaciones y en el bienestar y la calidad de vida de sus usuarios. En el presente artículo se muestran casos reales en los que aparecen ejemplos y cuestiones, como la inadecuación de algunos parámetros en condiciones sociales de pobreza energética donde no cabe valorar ahorros sin consumos, la interrelación entre indicadores energéticos y otros temporales y sociales habitualmente poco tratados, la influencia de soluciones constructivas que se contabilizan energéticamente de modo poco efectivo, pero que consiguen resultados reales superiores, las variaciones en los modelos de confort, y la atención a las estrategias teniendo en cuenta los escenarios del cambio climático.