Resumen
El urbanismo español ha primado siempre el ensanche y la nueva edificación. La atención al tejido urbano y la edificación existentes ha sido marginal en la legislación y poco sistemática en la práctica. Tras la explosión de la burbuja inmobiliaria, pero no solo por esa razón, la realidad económica y financiera del país ha convertido en prioridad lo que era una necesidad, abordar con nuevos planteamientos el tratamiento de la ciudad y la edificación, promoviendo su regeneración integrada y energéticamente eficiente, impulsando un nuevo paradigma normativo mediante la Ley 8/2013, de 26 de junio, de rehabilitación, regeneración y renovación urbana.